El Ayuntamiento de Getafe condena unánimemente los atentados terroristas sufridos en Barcelona y Cambrills
El Ayuntamiento de Getafe condena en el Pleno firme y unánimemente los atentados terroristas sufridos el pasado 17 de agosto en Barcelona y Cambrills, así como los sufridos en cualquier otro lugar del mundo, y expresa en particular su solidaridad con las víctimas y sus familiares. Reafirmando la unidad de todas y todos los demócratas en defensa de la libertad frente al fanatismo y desde la solidaridad con todas las víctimas de los fundamentalismos.
La Corporación Municipal, junto a vecinos y vecinas, asociaciones, sindicatos, partidos políticos y colectivos en general rindieron 5 minutos de silencio tras dichos atentados, homenajeando así a las víctimas, y se decretaron tres días de luto oficial. Ahora, Getafe da un paso más e insta al Gobierno de España a la unión de todos los demócratas contra el terrorismo para seguir defendiendo los valores de la justicia, la razón y la defensa del estado de derecho como las mejores armas en la lucha contra el terrorismo.
Asimismo pide que se dote de recursos materiales y humanos a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y a la Administración de Justicia para combatir las formas de radicalismo e intolerancia, especialmente la xenófoba; para fortalecer el reconocimiento y apoyo a todas las víctimas del terrorismo. Se pide promover conjuntamente ante la Unión Europea políticas compartidas en la prevención, persecución y castigo al terrorismo.
Desde el Ayuntamiento se hace un llamamiento a la ciudadanía “a respaldar a quienes velan por la seguridad colectiva, con un mensaje compartido de nuestra voluntad de no rendirnos y no tener miedo, así como la defensa de nuestra libertad, nuestras leyes y nuestra forma de vida”. De esta manera se manifiesta la apuesta por una convivencia ciudadana junto a la comunidad musulmana, desde el respeto, la aceptación y aprecio de la diversidad de nuestro mundo, poniendo en primer lugar el valor a las personas, su dignidad, sus características específicas, sus diferentes identidades. Esto implica consideración y respeto a sus opiniones, creencias o cultura, aunque no se compartan. Requiere, a su vez, intransigencia con la violencia y con el fanatismo en las ideas, y que en definitiva, se garantice la defensa de los derechos humanos universales para todas las personas.